Por su exquisito sabor y extrema suavidad en el paladar esta carne de importación es valorada como una de las mejores del mundo.
Es rica en proteínas, hierro y fósforo, así como en vitaminas B13 y B3 y ácidos grasos insaturados de la familia Omega 6. Digno de mención, es uno de sus integrantes en concreto, el ácido linoleico conjugado.
Se ha podido demostrar que los cortes provenientes de reses Angus, nutridas en pastoreo y pastoreo con terminación a grano, tienen mayor cantidad de CLA que los de animales encerrados en corral, alimentados en comedero.
El ácido linoleico conjugado –CLA– es un ácido graso poliinsaturado esencial, –necesario obtenerlo a través de los alimentos, porque nuestro organismo no lo puede sintetizar él solo–.
El CLA aporta excepcionales efectos sobre el metabolismo de lípidos y músculos. Y entre otros beneficios, también: reduce el colesterol, estimula el sistema inmunitario, y bloquea el cortisol –hormona que incrementa el nivel de azúcar en sangre–.
También promueve la merma del tejido graso y la creación de masa corporal magra –sin grasa–. Además, el CLA también estimula el sistema inmunitario, previene el endurecimiento de las arterias, y aumenta el rendimiento y resistencia físicas.
Su manutención es escasa. Los terneros se alimentan de leche materna hasta los 10 meses de edad. Viven en libertad y de forma absolutamente natural. Crecen sin estrés ni engorde agresivo, alimentándose de pasto libre de productos químicos –fertilizantes, fungicidas…–. Su nutrición se complementa con una mezcla de cereales, en su mayoría maíz.
