Wagyu Japonés Kagoshima
Ganadora de las últimas olimpiadas del Wagyu que se celebran cada cinco años en Japón, la prefectura Kagoshima ha ido ganando prestigio a nivel mundial superando incluso a la prestigiosa Kobe.
La palabra «Wagyu» significa Vaca de Japón, característica por ser vaca negra y que produce carne con características únicas. Japón tiene cerradas las fronteras para la exportación de la res y/o embrión de esta raza, nombrándola tesoro nacional vivo.
Cada vaca tiene un certificado de nacimiento, que identifica su línea de sangre, por lo que cada pieza de filete Wagyu japonés se puede rastrear hasta una granja.
Su carne es muy apreciada por sus características de sabor, ternura y jugosidad, siendo utilizada para la preparación de platos «gourmet» de alto costo. Los cortes de wagyu se identifican por su intenso marmoleado, es decir, la infiltración de grasa en las fibras musculares, lo que entrega sus particulares atributos de sabor a mantequilla cuando es cocinada.
Es muy común que al comer Wagyu se tenga la sensación de que la carne se derrite en la boca, esto está muy relacionado con la forma en que el marmoleo se encuentra en toda la carne y con la temperatura de fusión de la grasa: al colocar el Wagyu dentro de su boca, el marmoleo genera la sensación de que se está derritiendo. En Japón se dice que el Wagyu es un filete que puede comerse con palillos, sin la necesidad de un cuchillo.
Tiene hasta un 300% más de grasa monoinsaturada que la carne de res normal debido al alto veteado de la carne, así como el contenido increíblemente alto de omega 3 y 6. La carne Wagyu tiene los niveles más bajos de colesterol de todas las carnes, incluso más bajos que los de pescado o pollo, y contiene ácido oleico que se considera bueno para el corazón.
También se cree que tiene propiedades anticancerígenas.